.-EL PODER Y EL FINAL DEL CUENTO-.
El poder será el ''teletransporte al pasado''.
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La gente, al enterarse de ese grandioso don que se le había concedido a Alex, como por arte de magia se fueron apresurando poco a poco a ir a su casa para intentar cambiar algunas acciones que habían hecho en el pasado, las cuales les habían traido problemas o incluso personas que retrocedían una semana solo para comprar el décimo de lotería premiado con nueve millones de euros. Como dice el dicho: ''El que juega con fuego acaba quemándose''.
Lo que la gente no sabía es que con determinados acontecimientos que se cambian, el presente y el futuro pueden dar un vuelco total. En ese instante muchas personas empezaron a desaparecer, otras por el contrario cambiaban de aspecto, se hacían adinerados o pobres.
¿Que pasa? decian la mayoría asustados por lo que estaban presenciando.
¿Es el fin de la raza humana? pensaban otros señores dando saltos por el salón.
En ese momento Alex se dio cuenta del terrible error que habían cometido todos al pensar de que podían cambiar el pasado a su antojo, sin pensar en las grandes repercusiones que tendría eso para el presente.
Salieron todos de la casa de Alex, y vieron al Sol tan pegado a la Tierra que parecía que se la tragaría. Corrieron a sus casas alentados pensando de que estarían a salvo allí pero...
Alex salió de su casa y con una sonora voz atrajo a todos los ciudadanos en la plaza del pueblo. Solamente había una manera de que todo volviese a la realidad, todo debería de ser como antes, los guapos guapos, los ricos ricos, los pobres pobres, los normales normales...
Entonces todos desearon que lo que habian hecho en el pasado no se hubiesen hecho realidad jamás, y Alex decidió perder su don para siempre ya que es muy peligroso.
El pasado es algo singular en el cual aquellos momentos que vivimos buenos o malos se quedan ahí para siempre y jamás se recuperan, por ello jamás hay que desear volver atrás en el tiempo aunque hayamos tenido una mala decisión de la vida, tenemos que vivir cada momento de la vida al límite sin importarnos que lo hagamos bien o mal. ¡Estos momentos no se recuperan jamás! ¡Vive la vida!
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