''LAS
PALABRAS SON COMO... LA VIDA''
Juán era
un niño un tanto extraño. Cuando llegó nuevo al instituto todos lo
veían raro. Era alto, vigoroso pero sin embargo poco hablador.
Muchos intentaban relacionarse con él, entablan una conversación,
pero esto les resultaba imposible, Juán no decía ni una palabra.
Cuando
comenzaron las clases y todos se reunieron en el aula, para conocer
al tutor todos se presentaron. Pero la expectación se abrió paso
cuando le tocó presentarse a Juán.Durante 5 ó 10 min. La clase
permaneció completamente en silencio. Al ver que los alumnos no
conocían bien a Juán, la tutora decidió explicar en un cierto modo
aquel problema que no le permitía a Juán hablar.
-Juán es
un niño nuevo que va a estar todo el curso con nosotros. Seguramente
no lo conoceis y por tanto no sabeis porque no ha hablado normal con
vosotros. Explicó la maestra firmemente.
-Bien,
Juán posee algo muy difícil y que seguramente lo conoceis. Es
sordomudo.
Esta
última frase levantó gran expectación y también sentimiento de
pena. Los alumnos se apresuraron a hacerle preguntas al profesor a un
ritmo vertiginoso.
Pero en
ese instante el timbre sonó y todos salieron corriendo del aula para
contarles a sus compañeros de otras clases este suceso.
Cuando
llega la hora del recreo, Juán se ve con muchos inconvenientes para
poder conunicarse con otros. Se siente por un lado frustrado pero a
la vez alegre de ser un adolescente como los demás.
Lo que no
sabía Juán es que alguién lo observa...
En el
patio del colegio, María observaba sin perder detalle todos los
movimientos de Juán. Ella mejor que nadie sabía como se sentía
Juán. María, cuando nació era sordomuda, pero através de una
operación, de la cual salió victoriosa pudo porfin integrarse en la
sociedad.
María
ayuda a Juán a comprender que no debe estar jamás triste por haber
ser sordomudo que debe saber que es un niño como los demás y que
ese problema tiene solución.
María
cuando llega el segundo trimestre, Juán no se siente arvergonzado de
ser sordomudo, parece que se ha adaptado perfectamente al grupo.
Tiene muchos amigos, pero aunque les cuesta comunicarse con ellos se
esfuerza de un modo estraordinario para conseguir una vida normal.
Esta
historia nos enseña que por muchos problemas que tengamos, siempre
hay que tener un afan de superación para que nunca nos quedemos
estancados en un problema, y que todos somos iguales y debemos
respetarnos tal y como somos.